(Mapa de http://www.vmapas.com).
«¡He visto las Uranias Fulgens por miles cruzando las carreteras! ¡Son hermosas e incansables!». Esto me escribió estos días mi amiga Adria Brunner, quien vive ahora en Costa Rica.
La ruta normal es que las Urania Fulgens (Colipato verde las llaman en Costa Rica) vienen de Centroamérica, y de Costa Rica pasan a Panamá y luego bajan hacia el Ecuador. Se han reportado en el Chocó (con frecuencia cerca a la costa, o en zona marítima) y también en Antioquia principalmente. Buscan la parte occidental de los Andes, imagino, para reaprovisionarse de néctar, como el de los Suribios.
Es sabido que aunque no vuelan juntas, en algunos lugares si conforman grupos donde llegan. Por ejemplo, en Medellín, la médica, Dra. Ana María Zapata me comentó que en la urbanización donde ella vive, había muchas revoloteando sobre un hermoso árbol, y que también había una pared grande, blanca, de su edificio, donde todas se posaban y cubrían la pared. Ella nunca había observado algo así. Esto fue en septiembre de 2006, en esta migración que yo considero explosiva, por el gran número de Uranias reportadas en Colombia.
Imagen de una Urania Fulgens tomada por mi estudiante de español, la Doctora alemana Daniela Ponader, hace pocas semanas en Cartagena (finales agosto 2016) . Deseo saber si esta Urania perdió la ruta hacia la Costa Pacífica, y tomó la ruta hacia Atlántico, desde Panamá. Todavía hay interrogantes sobre las Uranias.
Pero existe otra Urania en Suramérica, la Leilus, que ha sido reportada ocasionalmente en Paraguay, y con más frecuencia en Bolivia, Perú, Brasil y Bolivia.
Las Fulgens se diferencia de las Leilus, en que las puntas de la cola de éstas últimas son blancas. En otros aspectos son muy similares. Son casi «mellizas».
Foto de una Urania Leilus, tomada en Perú. https://en.wikipedia.org/wiki/Urania_leilus#/media/File:Green-banded_Urania,_Tambopata_Park,_Peru.jpg